martes, 7 de enero de 2014

Opinión

Armonía disonante

Después de un duro verano de fiesta tras fiesta, y cansada ya de escuchar en las discotecas siempre las mismas canciones, abrí mi Spotify –versión gratuita por supuesto, y con unos fascinantes anuncios publicitarios que amenizan mi descanso- en busca de nuevos placeres musicales para mis oídos. Introduje en el buscador uno de mis últimos descubrimientos de la tierra, la versión remix de “Estilo Bowie” de Almas Mudas, pero no la encontré. Uno de los grupos indie-pop que más se está haciendo escuchar en Aragón, pero supongo que todavía no son tan famosos. Proseguí mi búsqueda de diferentes estilos, ya que mi gusto musical es bastante ecléctico. “Perdido” de Occitania era lo que me apetecía escuchar en ese momento, un poco de heavy no demasiado duro y con una cantante femenina de voz potente y vivaz. “No se encontraron resultados”.

¿Pero qué le pasa a Spotify? Es un servicio de música digital que te da acceso a millones de canciones, pero no a las que me apetecen escuchar a mí. Desisto en mi búsqueda de música diferente y me voy a la lista de más escuchados. Reggaeton por doquier y pop. No digo que no estén bien estas canciones cuando quieres mover un rato el esqueleto, pero ¿de verdad que todo el mundo, en la comodidad de sus casas, no escucha más que estas canciones? “Mi canción” de Nicolás Mayorca, “Mi reina” de Henry Méndez, “Imposible Olvidar” de Critika, “Limbo” de Daddy Yankee, “Me enamoré” de Xriz y así la lista se hacía interminable.

Como no era esto lo que deseaba escuchar en estos momentos no tuve más remedio que recurrir a Youtube. No está mal para escuchar canciones, si no os importa ir buscándolas de una en una, porque hacer listas es un poco más engorroso ya que han tenido que buscarse previamente y visualizarse para añadirlas. Sigo con mi búsqueda de música que me llene, pero uno de los destacados de la web de streaming más grande del mundo me llama la atención. No conozco a Aldo Narejos Rodríguez, pero el titulo del video está muy ligado a mi frustración actual: 1 DE CADA TRES TEMAS de este verano 2013 son IGUALES.




Tras quedarme embobada durante 5 minutos viendo el vídeo llega la dura conclusión: 29 de cada 100 canciones son armónicamente iguales. Escuchamos exactamente la misma canción solo que con diferente letra y diferente tempo. Y consumimos estas creaciones comerciales y nos quedamos tan tranquilos. Incluso nos gustan, pero es porque tienen un ritmillo muy pegadizo, claro…

Sin todavía salir de mi asombro, veo en la columna de la derecha, en los vídeos recomendados, multitud de ejemplos similares, y los veo uno detrás de otro. No solo ocurre con las canciones del verano, como esperaba que fuera. Cuanto menos fuera el daño, mejor. Un vídeo de The Axis of awesome, sobre los cuatro acordes me llama la atención. Es de 2011 y las canciones se remontan a todo el s.XXI. Llevamos más de una década consumiendo y pagando –aunque estos son una minoría- por las mismas canciones.




¿Hasta cuándo va a durar esto? ¿Cuánto tiempo más se va a permitir que personas sin ningún tipo de talento musical, que compran una base y le ponen una letra de amor o desamor, eclipsen un panorama que podría llenarse de grandes artistas? Yo, por el momento, prefiero seguir escuchando mi música ecléctica.

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